Entre bahías

A veces huimos para escapar de algo y a veces lo hacemos para encontrarnos a nosotros mismos. Lorena, una chica de veinticuatro años que necesita alejarse de una madre demasiado absorbente, ha decidido emprender una nueva vida en San Francisco, lejos de su Cartagena natal. En Estados Unidos la esperan un colegio donde se ocupará de los niños más pequeños, unos nuevos paisajes, personas con las que tendrá que aprender a convivir… y un médico muy especial, que irrumpirá con fuerza en su corazón y que será el desencadenante de una historia romántica y perturbadora, torrencial y dañina, que llenará de luces (y también de algunas sombras) su existencia.
Esta novela de Lola Gutiérrez, que la editorial MurciaLibro recupera para su creciente marea de lectores, supone un canto al amor y a la vida, que nos inundará con la fuerza de sus emociones y con su trepidante magia narrativa.

Los márgenes del tiempo

El poeta latino Ovidio llama al tiempo «edax rerum» (devorador de las cosas) en Metamorfosis XV 234, aludiendo a su proverbial poder devastador.
Pero el tiempo no sólo destruye, sino que también es constructor de la propia existencia y su medida es necesaria para ponderar los instantes de felicidad o de infortunio, para celebrar rituales de eterno retorno, aniversarios que nos ofrecen la ilusión de que se cierra un ciclo y se abre otro donde poder rectificar errores pasados y proyectar ilusiones futuras mientras el presente se extiende como una página en blanco ante nosotros.

Marcha fúnebre de violín

Un asesinato siempre perturba a la comunidad donde se produce. Pero si esa comunidad es un pueblo pequeño (Alborada, en Albacete), si todo el mundo anda nervioso por las inminentes elecciones de 1982 y si, para añadir más estupor al crimen, el asesinado es el cura de la localidad, la conmoción adquiere rango de tragedia griega.
Todos los interrogados por el comisario Galván y su ayudante parecen tener algo grave que ocultar: el alcalde, la joven Lucía, el rancio don Tristán, una vieja profesora amargada, un antiguo comunista que espera el triunfo electoral de la izquierda… Todos, sin excepción, guardan secretos; e incluso algún cadáver (nada metafórico) enterrado en el ayer.
Con hábil manejo de la intriga, Antonio Cano Gómez nos conduce a través de una trama que solamente al final nos desvelará sus sorprendentes pliegues.

Los caminos perdidos

Explicaba Jorge Manrique que nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar, que es el morir. Pero la aparente sencillez de esa metáfora esconde preguntas muy profundas: qué caudales nos nutren, qué desniveles del terreno favorecen o enturbian nuestro devenir, en qué delta exacto vendremos a consumirnos, cuánto tardaremos en llegar a él.
El protagonista de esta historia abandona su trabajo en Londres tras una crisis sentimental y vuelve a sus orígenes, al pueblecito de Allún, donde tendrá que enfrentarse con su propia historia familiar para conseguir que la tristeza (la gran compañera de su estirpe desde hace décadas) quede derrotada. Y es que, además de ríos que fluyen, somos una espesa gravitación de muertos, que quedan en nuestra memoria y en nuestro corazón pidiéndonos auxilio.
Junto al Tejo Viejo, árbol mítico rodeado por la niebla, el narrador y todos los miembros de su familia tendrán que enfrentarse, con valentía, a los enigmas oscuros de su pasado.

Cuaderno de Ibiza y otros poemas

«Me fui ovillando, es decir, me marché a la isla. / Entonces, / como si nada, como si todo, / nacieron los poemas para este Cuaderno, / que a veces te reclaman a gritos, / otras veces, en silencio, / pero siempre reclamada, / porque saben que sin ti no serían». Estos son los primeros versos de José Cantabella (Murcia, 1963) que habitan en su Cuaderno de Ibiza y otros poemas, editado por MurciaLibro y cuya ilustración de portada es obra de Carmen Cantabella (Murcia, 1977), su mujer y, también, la causante y destinataria de este libro de fuego amoroso, claro e intimista, que traslada al lector a una isla -¿real, inventada, interior…?- en la que los amantes son el centro de un mundo que merece ser vivido, gozado. Y leído. Una isla del tesoro con nombre y respiración de mujer; una nueva Itaca, de carne y hueso, al alcance de caricias; un lugar rodeado de un mar que combate desalientos, espanta soledades y hace realidad los sueños de felicidad: al lado de quien se ama y durante el tiempo que el amor decida no cambiar de aires, marcharse.

ANTONIO ARCO

Doble amanecer

Los recuerdos tienen un sentido antropológico profundo. No son gratuitos y, de forma útil, evitan que la amnesia o la mentira desvirtúen el pasado y nos entreguen a una visión deformada del mismo; impiden que el dolor, la tristeza, las ilusiones o la vileza queden sepultados por la pátina falsificadora de la inexactitud.
Javier Cerezo explora, en estas páginas llenas de entereza y de minuciosidad, los días iniciales de la guerra civil de 1936, aquel tiempo tan lejano y tan cercano en el que una niña que despierta a la vida y al amor se refugia en el planeta Mercurio para evadirse de las abominaciones externas; en el que un adulto es asesinado varias veces, y varias veces sobrevive; y en el que el oprobio salpica con su fango el presente y el futuro del país.
Un libro que nos demuestra que recordar es fabricar un futuro más digno.

La voz oscura

Un profesor universitario de fama poco honorable (es engreído con sus colegas, despótico con sus becarias y demasiado cariñoso con ciertas alumnas) se ve envuelto en el desasosiego desde el día en que recibe un correo electrónico en el que se le conmina a cumplir unas órdenes. A partir de ahí descubrirá que está siendo objeto de un espionaje imposible y de un chantaje que lo pondrá al borde de la locura. ¿Quién y por qué está manipulándolo? Unos muñecos descabezados, una visita al cementerio y otros sucesos inquietantes irán cobrando sentido hacia el final de la obra, cuando descubra la identidad de su extorsionador…

Vistabella, mon amour

Mirar hacia adentro y mirar hacia atrás son las dos grandes formas de conocerse a uno mismo. José Cubero, después de la exitosa experiencia inaugurada con sus Memorias de un niño murciano, continúa ahora la rememoración de su ayer con la entrada en la adolescencia y los descubrimientos y personajes que en ella lo asaltaron: el cine Popular, las clases en el Alfonso X o Maristas, las correrías por la Isla de las Ratas, los primeros cigarrillos, el amor infructuoso, las riadas del Segura, la atmósfera política del franquismo… Si recordar quiénes fuimos ayuda a entender quiénes somos, la magia literaria de José Cubero convierte esa exploración emocional en el retrato insuperable de un mundo y de una época todavía cercanos, pero que empiezan a diluirse. Leer Vistabella, mon amour nos permite pasear por la Murcia que ya no vemos, pero de la que venimos.

No levantes la voz

Un hombre aparece desnudo en los sueños de una desconocida. Un doctor prestigioso que diagnostica mal de ojo a un paciente aquejado de un misterioso mal. Un fantasma que vaga por las estancias de un castillo escocés. Un hombre que se plantea las consecuencias previsibles de acceder a una cita con una mujer que le atrae. Un hombre desesperado decide llamar al demonio para venderle su alma; y el demonio la rechaza. Estas son las situaciones planteadas en los relatos de este volumen. El universo simbólico de Juan José Lara se nutre de imágenes oníricas de corte kafkiano y de un realismo mágico atravesado de ironía. Asoma también, por aquí y por allá, la literatura del absurdo. Esta es la primera colección de relatos y microrrelatos que publica el autor. La colección es la obra de un narrador que ha alcanzado su madurez creativa, con tramas de argumentos enérgicos y sugestivos y una prosa minimalista y afilada.

Virazón

Leer una vieja historia, encontrada por azar durante la realización de unas obras, permitirá a la protagonista de este libro descubrir varias vidas que, de un modo tan firme como inexplicable, terminarán influyendo en la suya, la cual se encuentra también en reconstrucción. Y nos permitirá a los lectores acercarnos a dos aventuras distintas pero igual de fascinantes: la que emprende Dolores para alcanzar por fin la plenitud y la que sacudirá los días de un chico de Torre Pacheco que en pleno siglo XVIII se embarcó en dirección a América, buscando un horizonte más luminoso para su vida.
Dos caudales novelísticos que circulan paralelos y que nos muestran la habilidad de Lola Gutiérrez para construir historias llenas de encanto, sorpresas y amor.